Yo señor?

Ésto no es el cuento de "al don Pirulero", pero muchas veces no preguntamos si a nosotros nos puede pasar, o lo que es peor, partimos de la negativa, anteponiendo todos nuestros prejuicios y mezquindades.
Hoy escuché una encuesta emitida por ATC, en "Mañana vemos" y lo único que queda claro es que todavía no somos concientes de la necesidad del uso del forro como método no sólo anticonceptivo, sino de prevención de enfermedades de transmisión sexual. Lo que más remarcaban era el miedo al embarazo no deseado, pero muy pocos pensaron "no quiero enfermarme" o "no quiero contagiar a nadie". En realidad el programa fue mucho más rico en contenido, ya que los periodistas contaron con una portadora del VIH, que con la naturalidad que da la aceptación de la enfermedad hablaba de que la vida no termina con el sida y que uno puede tener actividad sexual, trabajo, hijos y atención médica adecuada, el problema de nuevo son los prejuicios y el desconocimiento.
Despúes leí un artículo en el Clarín, donde el Papa, "exhortaba a todos los pueblos a luchar con más fuerzas contra el VIH". Y digo yo,¿ desde dónde hace éste planteo, si la Iglesia Católica es la primera en prohibir el uso del preservativo, en negar la existencia, la posibilidad de las relaciones pre y extramatrimoniales? ¿Se referirá a la abstinencia? Pero lo que en realidad me importa, es que de una buena vez por todas, la Iglesia, los gobiernos, o quien sea permitan a la población un mejor y mayor acceso a los análisis y el acceso a los medicamentos, promover acciones de prevención desde la simple propaganda hasta repartir preservativos y discuciones en foros escolares, en los distintos niveles de aprendizaje.