Antes de "Internet", antes que el "Sega" o el antiquísimo "Family Game", incluso antes que te dieras cuenta que todo estaba en tu"Cabeza"... ¿A qué jugabas? ¿Qué te gustaba soñar en las tardes tibias de las vacaciones de invierno? A medida que crecemos nos vamos olvidando de nuestras fantasías y de las historias y aventuras que nos inventabamos y perdemos así nuestros "superpoderes" y la habilidad de volar o de hacer maravillas. Nos ponemos más duros, insensibles, incrédulos y concierta frecuencia empezamos a conocer las frustraciones. Pero, qué sería de nosotros sin el juego? Todos deberíamos jugar un ratito, no es una locura, es parte de la vida, del crecimiento, de la imaginación.
Como Lenny White juguemos a ser piratas bajo el mando de De Niro y rescatemos princesas custodiadas por dragones llenos de moneditas de oro.








